Una noche de estudio [Lily]

Había descubierto que los martes por la noche, era el mejor momento para entrar a la Sección Prohibida de la biblioteca, mi hermano me había enseñado muy bien cómo entrar a llugares prohibidos sin ser descubierta. Esa noche me había escabullido de la cama para irme a estudiar un poco en esa sección, lamentablemente se me había hecho tarde y debía de irme rápidamente a mi sala común si no quería tener problemas, aún siendo prefecta, no podía merodear por ahí siempre que quisiera y si no quería que me descubrieran, debía de andarme con cuidado.

Salí silenciosamente de la biblioteca, siempre al pendiente de que nadie fuera a descubrirme, sin embargo, no me fijé muy bien y por el camino me topé con Lily Evans. Bufé y decidí comportarme lo más fríamente posible.

- Disculpa Evans, pero este pasillo me tocaba a mí esta ronda - le dije cortantemente, sabiendo que mentía enormemente, pero más valía que Evans no dijera nada.

Vigilaba mi zona, la señorita McGonagall me había dicho que debía vigilar esta zona cuando me topé con Sophie Hayes, otra de las prefectas.
-Eso no es posible la señorita McGonagall me lo ha encargado a mí.-Le dije, respondiendo en su mismo tono cortante, menuda forma de saludar...¿Porqué los Slytherin eran tan bordes en su mayoría?Mira que siempre intentaba llevarme bien con todo el mundo...pero algunos.

-No puedes rondar por estos pasillos sin permiso-Le dije a la chica esta vez en un tono algo más amable para que lo entendiera, no quería enfrentarme a ella pero lo haría si era mi obligación.

Miré a Evans con desprecio, no entendía como chicas como ella, de su procedencia podían ser magos, eso era una deshonra para todos aquellos que descendíamos de familias cuya sangre siempre se ha visto llena de magia. Era una verdadera vergüenza. Cuando ella me dijo que no podía estar en los pasillos sin permiso, no pude evitar soltar una carcajada.

- ¿y Quién me lo va a impedir? una sangre sucia como tú, lo dudo Evans, además yo también soy prefecta y si estoy aquí es porque ni siquiera puedes vigilar un simple pasillo...pero claro qué más se podría esperar de alguien...como tú - dije despectivamente mientras la miraba con arrogancia

Le miré de mala manera cuanto utilizó en tono despectivo las dos palabras que utilizaban para describir a los hijos de muggles.No entendía porque nos odiaban tanto, podíamos ser tan buenos o mejores que hijos de magos, de eso estaba segura.

-Prefiero ser una sangre sucia a ser una persona tan arrogante,e incompetente cómo tu Sophie, largate antes de que llame a la profesora Mcgonnagal-Le advertí mientras le apuntaba con mi varita.Sus palabras me habían ofendido y habían sacado lo peor de mí, no sabía si iba a poder controlarme ante sus palabras, mejor llamar a la profesora si las cosas se ponían feas, o pasar de ella.No quería problemas en el colegio pero no aguantaba a este tipo de gente que se creía superior.

Me iba a reír de la estúpida de Evans, pero entonces cometió el error de llamarme incompetente así que me acerqué a ella y le quité su varita mientras me amenazaba con ella y la miré fijamente.

- Escúchame muy bien Evans, incompetentes serán tus padres, tan es así que son muggles, tú no vales ni medio knut, eres peor incluso que el squib de Filch, pero tan siquiera el no es tan impuro como tú, así que en vez de amenazar a tus superiores fíjate con quien te metes, porque no sabes de lo que soy capaz - dije aventando su varita por la escalera - ups, lo siento, ahora tendrás que bajar a buscarla, pobrecita, la hija de muggles no sabe cómo agarrar una varita

Sophie me arrebató la varita, ni siquiera me dí cuenta, confié demasiado en que no me haría nada aquí, dentro del castillo.Aún así, no me importó enfrentarme a ella sin varita, ante todo era valiente.
-¿Superiores?¡Ja!No eres más que una ignorante-Le dije enfadada, mi gesto se volvió de pena cuando ví mi varita caer por las escaleras, no había modo de recuperarla así que fui a por la varita corriendo y antes de que se fuera Sophie utilicé uno de los hechizos contra ella para vengarme-¡Aguamenti!-Un chorro enorme de agua salió de mi varita dejando mojada de arriba a abajo y con el pelo hecho una chufa a Sophie.Reí un poco al verla así, esperando que con eso se tuviera que ir corriendo a cambiar a su cuarto , pues le había empapado de arriba a abajo.

Evans me mojó con su varita y yo tuve que respirar hondamente para no matarla ahí mismo, no, al contrario, sonreí malévolamente mientras pensaba que había mejores maneras de herir a una persona que sólo matándolas. En vez de ello me acerqué peligrosamente a ella.

- Acabas de firmar tu sentencia Evans, de hoy en adelante conocerás lo que es el mismo infierno, y te arrepentirás de haberte metido conmigo - le juré mientras apretaba "cariñosamente" su mejilla.

Así que esta estúpida quería jugar, pues tendría su juego

Esbocé una media sonrisa ante su amenaza, que no me importaba en absoluto, se las devolvería una y otra vez si se le ocurría seguir molestándome.Yo era mucho más lista que ella, o al menos me consideraba serlo al ser de las mejores estudiantes de mi curso.
Cuando se dió la vuelta me froté mi mejilla que tan fuerte me había apretado, no le iba a dar el gusto de hacerla saber que me había hecho daño en la cara.

-Dejame dudarlo...-Murmuré entre dientes, parecía que estaba a punto de marcharse de ese lugar, pues no estaba en el lugar indicado. Ni en el momento apropiado.Sabía que cumpliría su amenza, acababa de convertirme en su peor enemiga después de tal humillación.

Negué con la cabeza mientras caminaba por el pasillo, me sequé con mi varita y seguí con mi camino, la estúpida de Evans pagaría esta muy cara. Ella seguramente creía que era estúpida, pero le demostraría que no lo era para nada. No, si alguien acabaría muerta sería ella, me aseguraría de que eso sucediera nada más saliéramos de Hogwarts, por ahora sólo me vengaría y conocía la mejor manera de hacerlo, solo necesitaba tiempo

- Serpensortia - susurré y una serpiente apareció, con un imperio susurrado, la envié hasta a Evans, tremendo sustito que se llevaría.

Al fin ví que se marchaba.Seguí vigilando el pasillo con los ojos abiertos, y una sonrisita en mi rostro tras haber dado por vencida la arrogancia y las amenazas de la Slytherin.
Pero cuando me dí la vuelta una serpiente había aparecido en mi camino, las serpientes no me gustaban, nada.Pegué un gritito.Me atrevería a decir que era el bicho que menos me gustaba.Había dado en el clavo, esto era obra de ella, seguro, otra de sus amenazas.
Afortunadamente sabía que hacer.-¡Finite!-Dije firmemente, y con un suave movimiento de muñeca la serpiente desapareció, cómo suponía no era real sino parte de un hechizo para asustarme por parte de mi nueva enemiga.

off:acabamos aquí?

ME reí al oír su gritito y me dispuse a irme a mi sala común, sin embargo me di cuenta de que había dejado mi pequeña libreta con las notas que había obtenido de los libros que había sacado de la sección restringida, y si Evans las veía, entonces estaría en serios problemas, lo que significaba que tendría que volver mis pasos para obtenerlos. Esto iba a ser complicado pero si no lo hacía, me descubrirían y mi hermano y yo estaríamos en serios problemas y eso era lo que el Señor Tenebroso menos querían.

Seguía vigilando cuando encontré la libreta de Sophie, tenía apuntados algunos títulos de libros, libros que jamás había leído y sonaban bastante oscuros.La sostenía entre mis manos, mientras lo leía.Entonces comprendí de dónde venía.Debía venir de la sección prohibida de la biblioteca.De buscarlos, pero...¿Para qué quería eso Sophie?
Sabía que los libros de ahí contenían hechizos muy peligrosos y oscuros, por eso estaban ahí.Memorizé los títulos, en eso era buena , y volví a dejarlo dónde estaba.
En esto Sophie vino de nuevo escuché sus pasos.Me fui a esconder en uno de los rincones, pero llegué a la conclusión de que era una tontería así que volví a coger la libreta y cuándo la ví venir se la ofrecí.
-¿Buscas esto?-Le dije de mala gana devolviéndosela

Vi cómo la estúpida de Evans me tendía mi cuaderno y entonces me di cuenta de que seguramente lo habría abierto y habría leído lo que ahí había, y como no podía arriesgarme a que nadie supiera lo que iba a hacer a la biblioteca por las noches, así que alcé mi varita y en vez de tomar el cuaderno, le lancé un Obliviate a Evans, así no recordaría lo que había leído o hecho y le concedería una segunda oportunidad para que no estuviera en mi lista negra.

Además decidí aprovechar que no recordaría nada para poder quedar bien con ella, de ese modo me libraría de unas buenas.

- EY Evans, ¿estás bien? vi cómo de desvanecías y vine a ver si no te habías golpeado

-¿Qué?-Me sentía extraña, Sophie estaba delante de mi preguntándome si estaba bien, y contándome que me había desvanecido.Me toqué el tronco de mi cuerpo y mi cabeza palpándolos ¿De verdad me había desmayado?Sophie parecía extrañamente amable conmigo.
-Si...estoy bien, pero no recuerdo haberme mareado...no se que me ha podido pasar...-Dije pensando mientras me llevaba una mano detrás de mi cabeza rascándomela nerviosamente.Miré mi reloj que me indicaba ya la señal luminosa de que era mi cambio de turno.
-Creo que acabé.¿Te toca a ti ahora en esta zona?-Le pregunté, ella era prefecta de la casa de Slytherin, así que supuse que había venido hasta aquí porque le tocaba vigilar el pasillo.

Sonreí al notar como Lily había caído perfectamente bajo los efectos del hechizo, además ahora podría hacerle ver que no era bueno meterse conmigo sin tener que ser tan ruda con ella, de hecho podría usarla para mis propósitos y para ello necesitaba tratarla bien, aunque fuera una sangre sucia.

- Tranquila, seguramente te quedaste mucho tiempo estudiando, pero afortunadamente te encontré, ahora quizás deberías irte a tu dormitorio a dormir, Evans, si quieres puedo cubrir yo tu guardia, al fin ya revisé los pisso superiores y no hay nada así que creo qeu puedes tomarte el resto de la noche, se ve que estás cansada - le dije con mi sonrisa más dulce y tierna.

Escuché todo lo que Sophie me decía ¿De forma amable?¿Desde cuando ella lo era?Sentía cómo si me hubiera perdido algún capítulo de un libro -No, si por la hora que es...mi guardia acaba de terminar, supongo que ahora vendrá alguien por aquí no hace falta que te quedes.Además si no te toca guardia no deberías estar por aquí andando, me pueden castigar por no hacer cumplir las normas, y a ti tambien.Así que vuelve a tu cuarto, que yo esperaré si viene alguien a relevarme y luego me marcharé-Le dije, la verdad es que no me encontraba mal, ni me encontraba cansada, ni mucho menos con un desmayo o una bajada de azúcar, nada que indicara que mi cuerpo no estaba bien.

-Gracias de todas formas-Dije algo dubitativa a la chica, aún todo pareciéndome muy extraño, quizás eran imaginaciones mías...pero, todo se veía diferente, el tiempo había pasado muy rápido, y me había quedado traspuesta sin darme cuenta y sin mostrar después ningún síntoma.

Seguí sonriendo amablemente cuando ella me agradeció el haberla ayudado y yo reía a carcajadas en mi cabeza, sí que debía de estar agradecida, porque había estado a punto de tenerme de enemiga y eso no era bueno para nadie.

- Descuida Evans, no nos dirán nada si todo esto es porque te regreses a dormir, quizás ahorita estés bien, pero quizás deberías irte a acostar y a descansar, no vaya a ser que después de empieces a sentir mal, eso de desmayarte así sin más, no está bien - le dije y aunque mi tono era compasivo, había detrás una sutil amenaza.

Más le valía a Evans no volver a inmiscuirse donde nadie le llamaba

Empezaba a sospechar de la insistencia de Sophie en que me marchara, algo quería hacer, y no era nada bueno.Pero bueno haría que estaba deacuerdo con su decisión y le diría que me iba a dormir mientras la vigilaba desde la distancia.
-Quizá tengas razón, me voy a la cama...-Le dije tras un fingido bostezo, porsupuesto que no le iba a dejar que hiciera lo que le diera la gana, porque después iba a ser yo quien cargara con las culpas.
-¡hasta mañana Sophie!-Le dije mientras me despedía con la mano alejándome por el pasillo, en cuanto doblé la esquina me quedé ahi, vigilándola. No le iba a permitir que formara algún lío, con un espejito que tenía en el bolso, veía su reflejo y sus movimientos perfectamente, a la mínimo error, la seguiría.

- Sí, descansa Evans y cuídate mucho - dije agitando mi mano en señal de despedida. Cuando hubo dado la vuelta por el pasillo suspiré, no sabía cuánto tiempo más iba a aguantar siendo tan amable con alguien como ella.
ME quedé quieta unos momentos y cuando me di cuenta de que no iba a regresar, me dirigí a la biblioteca, pero claro, iba a asegurarme por completo de que nadie , absolutamente nadie me vigilaría de nuevo, no podía cometer un error más.

Así que con un silbido llamé a Syblaine, mi lechuza, que siempre había sido mi fiel compañera. Ella apareció poco después y se posó en mi brazo. Yo acaricié su plumaje y la dejé en la ventana.

- Vigila que nadie venga, princesa - le pedí, sabiendo que si veía a alguien, comenzaría a uluar y esa sería mi señal para salir de la biblioteca

La ví, con su lechuza, a la que llamó, seguramente para vigilarme.O a mi o a cualquiera que entrara.¿Qué era lo que iba a buscar a la biblioteca?No había nada prohibido de hacer o...si, claro que lo había, la sección prohibida.
Guardé mi espejo, y fui a hurtadillas hasta allí cuando llegué hasta la lechuza le hice uno de los encantamientos.
-"¡Impedimenta!"-Murmuré muy despacio para que la lechuza no pudiera hablar y seguirme durante unos instantes.
Entré en la biblioteca, escuchando los pasos de Sophie, que me llevaban directamente a dónde me esperaba.La zona prohibida de la biblioteca, sujetaba firmemente mi varita esperando a ver que hacía mientras en las sombras de la noche la vigilaba atentamente.

Sonreí victoriosa al oír un suave ulular por fuera de las ventanas. La ventaja de que mi lechuza y la de mi hermano fueran tan unidas, era que una de ellas siempre andaba cuidando a la otra, y ese ulular me había alertado para saber que Evans no se había ido.

¿De verdad me creía inepta? Como si no llevara toda mi vida planeando cosas para saber estar atenta a cualquier cosa. Los Hayes siempre estábamos listos para cualquier eventualidad que se presentara. Y claro, yo le iba a dar a Evans algo para que dudara.

Cuando la escuché, aparecí un libro de pociones curativas y me di la vuelta para encararla, pero como se suponía que yo no sabía que ella estaba ahí, fingí sobresaltarme.

-Evans! ¡qué susto me diste!

¿y esa lechuza?Otra lechuza hizo su particular ruidito desde fuera.Entonces Sophie se giró para verme algo asustada.
-Sophie, lo siento pero no puedes estar aquí.-Le dije frunciendo el ceño-Así que dejá los libros de esta sección.Y sal inmediatamente antes de que avise a los profesores, te doy una oportunidad, no la menosprecies...

Le aconsejé más biene en un tono amenazante, ella también era prefecta pero estaba en un sitio en el que no debía estar, además no me fiaba de ella en absoluto, no me gustaba la forma de ver el mundo el modo en que trataba a los hijos de muggles constantemente, la tontería de la sangre limpia, y todo lo demás...Motivos de sobra para desconfiar.

Sabía que ella creería que yo estaba en la sección prohibida por andar tan cerca de ahí, sin embargo tenía ya muy bien aprendido mi discurso de ese momento y le mostré el libro que estaba sosteniendo.

- Lo lamento Evans, pero no estoy en la sección prohibida como quieres pensar ¿sabes guardar un secreto? Mi madre fue mordida por un kelpie que buscaba matarla, sin embargo no lo logró pero sí alcanzó a morderla, nadie sabe qué le pasa y por eso buscaba esto - le mostré el libro - no creas que los Slytherins no nos preocupamos por la gente que queremos, Evans, que ese es un error muy grave que todos cometen, siempre desconfiando y creyendo lo peor de nosotros.

Fruncí el ceño, no me tragaba ni una palabra todo eso sonaba a excusa y preparada.Totalmente.Ese tonito de aires superiores rentintín recalcando mi error no me gustaba en absoluto
-De todos modos, no son horas de estar en la biblioteca, deberías estar durmiendo, llevate ese libro y ve a tu cuarto Sophie.
Le aconsejé sin moverme ni un ápice de allí.
-No me obligues a dar la voz de alarma.-Suspiré.No tenía ganas de montar el númerito hoy para que vinieran todos los profesores, pero sino me hacía caso debería llevarlo a cabo

De verdad era molesta esta pelirroja, ya encontraría la manera de deshacerme por completo de ella, pero por ahora fingiría que le hacía caso. No valía la pena hacer una escenita por nada, además ya estaba entrándome algo de sueño.

- Vaya, me alegra saber que los Gryffindor tienen algo de conmiseración con los demás - dije sarcásticamente y dejé el libro donde le correspondía estar. Entonces pasé al lado de Evans empujándola ligeramente haciéndome la indignada.

Con un silbido llamé a mi lechuza y la de mi hermano comenzó a revolotear desde afuera.

-Más vale que te andes con cuidado de ahora en adelante Evans - susurré casi imperceptiblemente